Ya se han acabado las fiestas del pueblo. Y es que esta ciudad es un pueblo. Pero no porque sea un municipio pequeño, pues la definición según la Rae en su segunda definición es "Población de menor categoría". En su primera definición, si que dice: "Ciudad o villa". Pero yo quiero referirme a su cuarta acepción: "Gente común y humilde de una población". Quiero referirme a esa idiosincrasia que nos caracteriza y que nos hace creernos menos que los demás y no buscar nuestra importancia. Esta ciudad y región, como tantas otras es "Madridcentrista". Consumimos prensa, radio y televisión estatal, buscamos el apoyo de la capital, el reconocimiento de los de la capital, etc.
¿Por qué digo esto? Porque para un maño las fiestas del Pilar son tan importantes que le impiden salir fuera durante esos días. Son sagradas. Son cita ineludible. Pasear por las calles de la ciudad, disfrutar de los actos paganos y también de los religiosos. Muchos hay que en esos días tienen celebraciones familiares difíciles de no asistir. Cumpleaños, santos o simplemente la tradición familiar de estar todos juntos. Cómo si fuera el día de acción de gracias o navidad.
Para la gente de Zaragoza, sus fiestas son las más importantes y siendo ésta ciudad bastante grande, pensamos que debe o debiera tener repercusión nacional. El municipio se llena de música, conciertos, teatro, circo, etc. De todas esas cosas que otra ciudad llamaría festival. Me vienen a la cabeza diferentes lugares que hacen lo mismo pero mejor promocionado como son el festival anual de Aviñón, El festival de las fiestas de Gante, El festival de Edimburgo, y un largo etcétera de ciudades que por motivos religiosos o culturales profanos hacen de sus fiestas un evento internacional, promocionado y sobretodo conocido por todos, al menos por todos los que son del país.
El caso que un año más y no teniendo obligaciones musicales este año, hemos aprovechado para viajar y conocer otra ciudad. Pero durante la estancia fuera, he podido comprobar como la absoluta mayoría de los ciudadanos españoles con los que hemos hablado (gente de Madrid, Badajoz, Segovia, Valladolid, Oviedo, Alicante, Tenerife y un largo listado de oriundos de otras ciudades, y han sido muchos, es lo que tienen los free tours), resulta chocante que sólo dos personas sabían que el doce de octubre se celebra algo más que la colonialista y madrileña fiesta de la Hispanidad. Y resulta, que esas dos personas eran de Zaragoza.
No me considero nacionalista, tampoco me gustan los derroches de entusiasmo aragonés con su fabla, tradiciones, paloteados, jotas y demás. Pero si que creo que esta tierra ha pasado tanto tiempo apoyando a la capital, que quizá hemos perdido bastante de identidad, carácter, importancia y recursos.
Quizá arrimarse a un buen árbol, te hace permanecer en la sombra. Y eso es muy nuestro en todos los aspectos. Siempre en Madrid y siempre con Madrid, en la sombra queda cualquiera que no se acerque a la capital a buscar mérito.
No me duele que la gente no conozca las fiestas de aquí. Hay tantas ciudades en España y apenas podría decir varias que conozca sus fiestas, así que todos los del extrarradio madrileño adolecemos del mismo problema. Pero si que creo que en esta tierra pensamos que semejante evento es absolutamente conocido por todos, y sin embargo. No es así. Otra cosa más de las muchas en las que no nos damos a conocer.
Como yo no tengo ese sentimiento regionalista tan exacerbado, pues me creo de todas partes, hoy dejo este precioso tema del gran Drexler. Un tema que describe perfectamente de donde venimos.
tema: Movimiento
autor: Jorge Drexler
disco: Salvavidas de hielo
año: 2017
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