Siempre fui fiel, aunque no mitómano. O eso creo. Siempre me mantuve en una sola idea, aunque me acerqué a todas. Pero no idolatré. O eso creo. Escuché de todo, quise ser de todas las tribus, buscando mi sitio adecuado. Defendí siempre a capa y espada a los artistas en los que he creído. Sin embargo nunca he podido con ese fervor ciego que mantienen algunos hacia algunos estilos artísticos, culturales o musicales. Supongo que lo malo es gustarte todo. No me importa el estilo y me mantengo en una idea. Guiarme por la pasión. Es la única cosa que busco en todo. La pasión en la ejecución, interpretación o creación. Si hago repaso de la música que he escuchado y que me ha marcado, la tónica fundamental es la pasión. En diferentes cosas y estilos. Ese es el sentimiento que busco en mi, en los demás y el que me estremece.
Pero puedo vivir sin todo aquello que pertenece a lo personal de cualquiera de esos artistas que me estremecen con su pasión.
Vivimos un tiempo en que de repente ya no interesa tanto la obra sino su vida. Ahora es el tiempo del documental. El tiempo de "comernos" lo que piensa el artista, lo que hace cuando no interpreta o crea, la dieta que ingiere, a donde viaja, como se forja su personalidad. Sabemos más, por documentales, de la vida del tigre o el elefante de la india que del grillo que canta bajo nuestra ventana cada noche. Ya no interesa la obra, ya no interesan los creadores. Interesa la vida documentada del artista.
Esto no es algo nuevo, ya pasó con Michael Jackson, Kurt Cobain y tantos otros, y de otras ramas artísticas en décadas anteriores. Pero creo que ahora ya se ha sobrepasado el nivel de creación de documentales o películas sobre la vida de éste o el de más allá. Imagino que mucha parte de culpa la tienen las plataformas de televisión. Las plataformas crean el contenido que el público pide. Y el público consume los contenidos que la plataforma crea. Tanto Monta.
Sea como fuere, ya no importa la obra. Con apenas dos pinceladas (singles) de un autor, ya se puede generar un documental televisivo o novelado sobre su vida. Y sentarnos en un sillón a pasar dos horas de nuestra vida (sino una temporada entera de 10 capítulos) viendo como es o fue la vida de otro y sus reflexiones. Que por lo visto siempre serán más geniales que las nuestras propias.
En Zaragoza, ahora y sólo ahora, parece que no haya nada más que Mauricio, y que todos tengamos y debamos estar en sintonía con la moda de su vida y milagros. Nadie se hace fotos con la estatua de Miguel Fleta en el parque de José Antonio Labordeta (con el que tampoco se hace fotos nadie), ni con la estatua de Raquel Meller (que por cierto no la encontrarán en Zaragoza), Pilar Bayona, Pablo Gargallo, Etc...
Hay que estar de moda, estar a la moda y seguir la moda. El ser humano en sociedad es mucho de eso, y en esta tierra se nos da muy bien últimamente ir en la dirección de los demás. Y en este caso bien podríamos decir aquello de que cuando el sabio señala a la luna (véase en este caso a Mauricio), el tonto mira el dedo (véase en este otro caso a quien sigue a quien señala a Mauricio).
Sea como fuere, la semana pasada fui a ver la película que versa sobre una parte de la vida de este artista aragonés al cual, debo decir, que nunca me entusiasmó ninguno de sus proyectos. Cuando terminó la película, confieso que no sentí mariposas en el estómago, aunque si que me gustó. En mi opinión, creo que está bien hecha y que resulta entretenida. Pero desde luego no me conmueve ni me remueve por dentro ningún sentimiento especial. También debo decir que en la sesión que yo estuve, y en la sala a la que yo fui no hubo aplausos, ni lloros de tipo plañidera, etc. El público se levantó durante los créditos finales y se marchó. Con lo que deduzco que la sesión de la que se habla en la prensa el día del preestreno al cual estaban invitados amigos, artistas, bohemios, prensa, conocidos, políticos y gente que está o quiere estar de moda y quiere salir en la foto, no es ejemplo de la sensación general del público en el resto de las sesiones.
Recomiendo ver la película, faltaría más. Nunca está de más ver películas y juzgar y disfrutar de un rato de cine.
Pero sin embargo, mi hartazgo ha llegado a un límite, pues parece que todo son mitomanías y que ahora resulta que este o el otro artista es de seguimiento obligatorio bajo pena de excomunión en las sectas de los idólatras (ya ves tú).
En fin, que si te gusta alguno de los proyectos que Don Mauricio tenía, puedes comprarte el libro que ha escrito, para deleite de su narcisismo, un conocido amigo frecuente en la ciudad. O también puedes ver la película, o puedes escuchar a la propia banda con los músicos originales que ahora retoman aquel difunto proyecto (desde luego son quienes más pueden aportar). Incluso puedes ir a ver a varias de las formaciones "tributo" que existen y que ahora ven como su agenda se llena de fechas con el tirón de la moda. Y por si fuera poco, hasta puedes ver ahora y con motivo del tirón, en grandes y abarrotadas salas a los músicos que interpretan el papel de la banda original junto al actor principal venido a músico que interpreta al susodicho.
Puedes hacerte la foto de rigor con la estatua que ahora está en el pasaje Palafox de Zaragoza y puedes descubrir muchas anécdotas sobre la película o la vida del artista leyendo la prensa local diariamente.
El caso es que si no te gusta o no lo conocías de antes, una de dos, o no eres de los suyos o eres un auténtico inculto.
Por cierto, estoy ansioso por ver a quien se mitifica la próxima vez, habrá que ir pensando en una película para Algora (que también se la merece, sin ironía) o si fuera necesario, que se vaya muriendo ya alguno más para sacar material. Por si lo de Mauricio no diera para vivir los próximos diez años.
Han pasado muchos días desde mi última entrada, y entre esos días una reunión de viejos amigos que habitualmente escuchan cosas que yo deje de escuchar hace mucho, pero que siempre encuentran algo que recomendarme y que tras varias escuchas, me convence y me gusta. Hoy os dejo este tema en honor al bebedor de Ipas.
tema: Teletecho
autor: Cala Vento
disco: Casa Linda
año: 2023
