lunes, 28 de marzo de 2022

Ariadna

 Admiro la gente que se arriesga, quizá no sea mi caso, pero sí es una cualidad que admiro en los demás y que critico su falta en quien no la desarrolla, quien se conforma o quien presumiendo de arriesgado, se queda a medias, en la zona segura.
Quizá el riesgo es algo que si se desconoce, no debería ser calificado de arriesgado, pues creo que va implícito en el acto de arriesgarse, el conocer los riesgos a que algo no salga como pensábamos. Y por lo tanto, quien se arriesga, conoce el riesgo, lo asume y aun así, trata de llevar a cabo tal opción.
Hoy, con el fin de semana en la memoria, creo que toca por muchos motivos, hablar del riesgo y de quienes se arriesgan. De quienes teniendo las diferentes posibilidades en su mano, deciden no quedarse con las seguras, con las cómodas, sino que prefieren arriesgar y buscar la opción más complicada, difícil o alejada de la comodidad.
Desde luego, lo seguro, no siempre es lo más cómodo o lo más satisfactorio. Tan solo es lo más seguro. Aquello que nos proporciona mentalmente una placentera sensación de que ya se conoce y por tanto no supone un estrés psíquico. Nos supone confianza y tranquilidad.
Para dejar la canción de hoy, voy a hacer un análisis de mis últimos días de marzo en sentido inverso al reloj.
Empezaré por hablar de Ariadna, a quien por fin pudimos conocer el domingo, y el riesgo que supone para sus novatos padres (en cuestiones de biberón), el dejar la seguridad de trabajos cómodos, residencias acomodadas y lugares de confianza, en pos de una nueva vida llena de retos continuos y bastante alejada de la zona de confort que fácilmente podrían procurarse. 
El viernes, el riesgo venía de la mano del artista que vi en directo, pues me parece arriesgado aquel que pudiendo hacer con soltura aquello para lo que se ha formado, elige el camino difícil, estoy hablando de música, y se mete en estilos más propios de otros músicos. Mezcla estilos, tiempos, sonidos, épocas y lo resuelve con una naturalidad que nadie diría que conlleva un riesgo. Pero él lo hace y ya he hablado en otras ocasiones anteriores de él.
Y así, volviendo atrás en el reloj, entro de nuevo en la semana pasada y en diferentes conversaciones que me llevan a valorar a amistades nuevas y antiguas que por unos u otros motivos, descubro que buscan en el riesgo el alejarse de la comodidad y la seguridad. Personas cercanas que teniendo en la mano la posibilidad de seguir con aquello que les da confianza, deciden arriesgar y buscar nuevas sensaciones para vidas que llevan un rumbo fijo sin altibajos.
Y siguiendo esta vuelta contrarreloj, contra el tiempo, entro en la semana anterior y en el descubrimiento de su último disco de esta artista española, Rosalía.
Aún me estoy preguntando si su último álbum es fruto de un productor que elige muy bien lo que ella debe hacer y cantar o si por el contrario, es todo elección de la propia artista. Lo desconozco, pero de todas formas, lo que pretendo decir hoy, es que ya llevo dos semanas escuchando este disco, que se aleja completamente de la música que a mí me gusta y me mueve por dentro, pero es un disco que si se escucha con atención, cosa difícil en estos tiempos, es fácil ver que el riesgo está por todas partes.
El disco, está plagado de referencias a músicas de otros tiempos y estilos, muy alejados de lo que a ella se le espera y con la música que las nuevas generaciones la definen.
La artista hace alarde de su voz en cada estilo, una especie de reto personal o quizá también para los críticos dinosaurios que le prejuzgan. Hace lo que quiere, y lo hace francamente bien.
Creo que no hace un estilo, así lo creía yo antes, creo que hace música y somos los demás quienes nos volvemos locos intentando encasillarla de forma fácil y cómoda. Digo que hace música, porque pienso que lo mezcla todo, me imagino que con ayuda, y hace lo que le gusta de una forma magnífica.
He escuchado el disco varias veces y me parece un gran trabajo, aunque no es lo que más me gusta o lo que elegiría para escuchar muchas más veces. Sin embargo que el tema que dejo hoy, está sobradamente justificado que aparezca en este blog. Porque me gusta, me transmite, porque creo que hacía demasiado tiempo que nadie se arriesgaba con un estilo tan encorsetado y del que sale victoriosa. 
Hoy dejo aquí este bolero modernizado pero con sonido añejo, claramente buscado en el estudio, que me recuerda a las grandes divas de la canción como Olga Guillot, Omara Portuondo, Mina, Chavela Vargas, Eydie Gormé o María Grever.
Hoy os dejo esta canción porque pienso que una chica con treinta añitos, famosa y reina de la música de ahora, se arriesga y gana con soltura haciendo este tema de Justo Betancourt.
 
Un saludo a todos los amantes del riesgo
 
tema: Delirios de grandeza
autor: Justo Betancourt
interprete: Rosalía
disco: Motomami
año: 2022 



 

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