lunes, 17 de enero de 2022

¿Lucha obrera?

 Este fin de semana, volví a transitar por las calles del pueblo recontruído por Comisiones obreras de Murillo de tou. Un pueblo del sobrarbe aragonés, con encanto, situado en un enclave muy bonito entre valles del pirineo. Un pueblo que tras su abandono, las personas del sindicato, supieron entender su valor y lo rescataron. Pero hay algo que cada vez que paso por sus calles no entiendo. Su vallado perimetral, sus vallas en la calzada que da acceso y su valla alrededor de todo el pueblo.

Supongo que cualquiera de sus gestores tendrá una explicación que darme muy convincente, sin embargo, yo prefiero elucubrar sobre el significado de ser el único pueblo que conozco con una valla alrededor.

Conozco y he paseado por decenas de pueblos vacíos, algunos, hasta con las puertas abiertas de las casas y establos. Y por ello, me pregunto que le lleva a alguien a cerrar el pueblo. El pueblo, del que hablo, tiene y está provisto de todas las comodidades modernas para hacer más fácil la vida al visitante y tambien provisto de puertas con cerradura por lo que nadie puede entrar a las casas a no ser que sea por la fuerza y cometiendo el delito de allanamiento de morada, pues es este un pueblo dedicado casi con exclusividad al turismo, aunque con una restricción, y es que pertenece al sindicato de Comisiones Obreras y por tanto a sus "afiliados".

Entiendo que quizá por ser un pueblo rescatado enteramente por el sindicato, aunque me gustaría saber con cuanto dinero de subvenciones y fondos gubernamentales de España y Europa, así cómo de sus afiliados, podría entenderse como un territorio privado, pero igualmente me lleva a pensar que todos los pueblos que recorro, incluyendo aquellos despoblados o abandonados, tambien son propiedad del municipio y las casas y terrenos pertenecen a sus dueños. Sin embargo, aqui no. Aqui una valla, delimita su perímetro y otra impide la entrada a los coches y sus circulación.

    No se por qué, pero me molesta. Me molesta pensar que una agrupación de personas que en tiempos, se decían en la lucha, por los obreros, por el pueblo, por una sociedad mejor y por la libertad, cierren con vallas, aquello que encontraron y decidieron rescatar.

Entiendo que una valla impide entrar, es decir, si esta ahí, podría ser para que no entre cualquiera, y sólo entre quien ellos decidan, con lo que estaríamos en una agravio contra la libertad de la que presumían. Por otro lado, puede ser para que la valla impida salir, a modo de sindicato sectario que vela por que ninguno de sus afiliados pueda tener contacto con lo que exista fuera del pueblo.

Podemos ver las dos posturas, desde dentro y desde fuera, pero yo prefiero quedarme con la perspectiva exterior, pensando que estos bufones administrativos, expertos en cuentas y en cafés de máquina, con el dinero de sus afiliados y de subvenciones (con lo cual, tambien dinero de contribuyentes no afiliados) decidieron crear un pueblo de vacaciones para personajes de las altas esferas del sindicato, nobleza administrativa alejada del poble obrero de abajo, personas con poder adquisitivo con miedo al extranjero que podría robarles, luchadores sindicalistas en pos de la libertad escuchando a Raimond, que ahora peinan canas y tienen miedo de quien no les rodea en los despachos alejados de las cadenas de producción.

En fin. Que si pasan por allí, entren y recorran el pueblo, pues no está completamente prohibido el acceso andando, y espero que se llene de hippies, de obreros, de maleantes malvestidos, de vacas, obejas y si puede ser, tambien de abejas obreras, así por lo menos, harán honor a la desgastada idea sindicalista.

Hoy no pongo canción, no se lo merecen estos sindicatos que dejaron de defender al obrero para situarse bajo las faldas de la patronal.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario