Gusanillo

No recuerdo bien la sensación que tuve cuando terminamos nuestro primer disco de estudio. Sé que era una sensación indescriptible y que no me permitía pensar en otra cosa. Ahora y con los años, se suceden las grabaciones, vamos haciendo las cosas mejor y con la cabeza más sosegada. Pero hoy me inunda una sensación parecida. Hoy tengo en mis manos el resultado de cerca de tres años de trabajo excesivamente duro y constante. Tres años de autobuses al centro, de horas de ordenador, de cafés, de cigarros, de teclado y ratón, de imagenes, tres años de archivos que han terminado por saturar mi pc y varios del plató al que iba todos los días laborables.
Tres años de sincronización, de tutoriales, de dejarme la vista en la pantalla, de ilusión, de aburrir a los que me rodean.
Hoy, hay gente de este proyecto que ni sabe que es lo que he hecho, como lo he hecho y que ni siquiera sabe que aún no lo había terminado. Pero el resultado y gracias a la colaboración de mucha gente y sobretodo de muchos profesionales, es impecable.
Hoy he terminado mi proyecto de los últimos tres años y por eso me siento casi como cuando sacamos el primer disco.
Aún no sabemos que haremos con él, ¡pero hay queda! Como recuerdo para mi, y como recuerdo de que una vez unos pocos llegaron a donde no te dejan llegar y encima creando escuela, innovando y poniendo esa ilusión que tanto se hecha en falta a veces en los escenarios.
Lo más seguro es que no le importe a nadie y ni siquiera a los que aparecen, pero ahí queda.