jueves, 30 de septiembre de 2021

El Blues es sexy

    Hay quien escucha un blues y seguidamente comienza a sentir un latido interior, una sensación de calidez parecida a las válvulas del amplificador cuando aprietas la nota adecuada en el instrumento, ésta reluce con más intensidad y el paso de la electricidad de camino al bafle produce un calor que se tansforma en el rugido de la guitarra. La música tiene esa capacidad de hacernos vibrar y crear diferentes sensaciones en nuestro cerebro, que después se encarga de enviarlo directamente a las diferentes partes de nuestro organismo.        
    Sin duda, aquellos negros africanos llevados a América para trabajar, acabaron por tejer entramados sonoros con diferentes ritmos y sonidos, entre los cuales destacó el Blues por su conectividad con nuestro cerebro (otros dirán espíritu) y la capacidad de este estilo para remover algo en nuestro interior.
    Quizá a día de hoy algunos estemos saturados sonoramente, por las muchas frecuencias, melodías y sonidos que nos rodean por todas partes y en todos los lugares. Debía ser algo muy especial, para aquellas generaciones anteriores a la mitad del siglo XX, apartadas de la música en aparatos como la radio, el tocadiscos, la televisión, etc., escuchar música por medio de algún teatro que pasara por el pueblo alejado, o quizá por algún instrumento que tocara alguno de sus vecinos. Desde luego, estoy seguro que para aquellos habitantes del planeta en ese momento, las sensaciones que podía producir algunas melodías o canciones que penetraran en sus oídos, podrían llegar a producir efectos en su organismo que ahora, a día de hoy quizá tan sólo unos pocos afortunados con una sensibilidad excepcional pueden llegar a sentir.
    Muy a mi pesar, soy de los que adolece de una edad que me proporciona cierta lejanía respecto a la impresionabilidad sensorial de un niño, un adolescente o un recién "escuchante" sonoro. La edad, sumada a la saturación auditiva provocada por los muchos medios que nos bombardean a melodías y sonidos; así como una parte de, se podría decir "tecnicalitis" producto de las incontables horas de escucha, ejecución y disección de melodías, hace que cada vez me resulte más difícil emocionarme, o que alguna parte de mi cerebro se sobre-excite al escuchar alguna melodía o canción.
    Hoy voy a dedicar esta canción para quien sea capaz de experimentar cambios en su organismo al escuchar un blues. He de decir que elijo ésta canción porque es una de las canciones que a mí me llegan a tocar algo interior, aunque quizá no con la fuerza que lo hizo la primera vez que escuché esta interpretación llevada a cabo por el señor Zabala, antes de darse a las masas y la música de menor calado, para poder pagar las facturas.
    Voy a dejar aquí, a modo de anécdota, que fue justo con este tema y este formato de banda que hoy os dejo, que a mitad de su interpretación en una actuación en la sala Z de Zaragoza, el señor Zabala (fruto de su intensísima ejecución y sonido potente) rompió el amplificador por saturación.

tema: Same old blues
autor: (Si nadie dice lo contrario) Freddie King
interprete: Tres hombres 
disco: Our favourite songs
año: 2003
 
 





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