lunes, 8 de junio de 2015

La vida te da sorpresas (toma 1)

(Se recomienda escuchar el video mientras se adentra en la lectura de la entrada)
Aunque uno debe estar predispuesto a encontrarlas o al menos a saber reconocerlas cuando pasan por tu lado.
Andábame yo liado en mirar el repertorio sobre el ampli, buscando cual era la siguiente canción y dando un trago largo al botellin de cerveza, mientras los aplausos sonaban. 
Mirando las caras y los pocos dados al baile y frenesí, se me antojaba más un berenjenal del que no sabríamos salir vivos, que un gran concierto. Tan sólo llevabamos cinco canciones y restaban quince más para el final. Mi cabeza empezaba a pensar que sería mejor empezar a saltar aquellos temas que no tuvieran fuerza, saltarnos las lentas. Yo no estaba cómodo cantando y menos tocando, no sonaba bien en el escenario y eso me hacía no estar al cien por cien de mi capacidad para como digo yo "comerme el escenario". Mi guitarra dorada hoy no estaba acertada en el sonido y es que comienza a ser un problema tanto cambio ultimamente de pedales de distorsión, sonido de guitarra, etc. Demasiados amigos con los que tocar y demasiados sonidos para cada uno de ellos. Y eso tiene un precio demasiado alto. Así que debo seguir esperando como agua de mayo el nuevo cabezal artesano que no termina de hacerse realidad y que me toque la loteria para costearme nuevas y caras guitarras para cada proyecto.
Este último concierto, para mi, ha tenido una cierta repercusión psicológica, y es que ha sido la primera vez que hemos salido al escenario sin estar todos. En formato de cuarteto. Dos guitarras, bajo y batería. Algo inusual y casi atrevido por nuestra parte, ya que existe una especie de pacto de amistad el no hacer conciertos con el nombre de la banda sin estar todos los integrantes, pues a fin y al cabo somos primero amigos y despues músicos. Aunque de un tiempo a esta parte algunos tenemos más ganas de seguir que otros. 
Joder! como me estoy liando hoy, pero necesitaba contar que la vida te da sorpresas y estando en un punto de desilusión bastante alto a nada más que cinco canciones del inicio, el técnico de sonido se acerca y nos entrega una nota escrita a rotulador: "Está aqui ...., trompetista y pregunta si le dejaríais salir a tocar en una canción". 
Hace unos años y según ciertos contextos, creo que todos los de la banda habríamos pensado en desestimar la petición, no somos una banda de improvisaciones. Nuestro repertorio es cerrado y más cuando se trata de presentar un disco y en una ciudad alejada de la permisividad de nuestro público de casa.