martes, 7 de febrero de 2012

Ermitaños

Ahora que vernos nos cuesta menos de una sola luna de viaje, menos de ocho horas en carro de posta, menos de tres napoleones de oro a un arisco cochero. Ahora que saber de nosotros solo cuesta un click de ratón informático.
Y sin embargo, nos volvemos más ermitaños. Como tramperos que solo bajan al pueblo a por víveres y noticias en la primavera, para después volver cada uno a su cabaña de la montaña.
Pues, se acerca la primavera.