jueves, 6 de octubre de 2011

Arroz con pollo y buena compañía


Es curioso, pero ayer llegaba a las dos a Huesca a recoger a un amigo y traerle de vuelta a la ciudad del cierzo. Mi plan era tomar alguna tapa rápida, pero en vez de eso, me invitó a comer con sus compañeros de piso de la capital Laurentina. En el transcurso de la conversación informal con sus compañeros hubo algo en el tono de la voz de estos que me resultó muy "familiar" y agradablemente reconocible. Y acerté. Eran de Alfaro y su forma de hablar les delató. Así que de la sorpresa pasamos al recuerdo de lugares, personas y costumbres de este bello lugar del que hasta ahora y tantos años después sólo tengo buenos recuerdos y la suerte de conocer a maravillosas personas.
Lo que en principio solo era un derroche de buena voluntad gastando neumático y gasolina para recoger a mi buen amigo Andrés, se convirtió en una más de la muchas y placenteras sobremesas que he tenido con Alfareños.
Y para dejaros, creo que hoy toca una de las canciones que más me recuerdan los bares, ambientes y personas que por allí he conocido.

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