jueves, 15 de julio de 2021

Había olvidado los días fuera del trabajo

 Un día fuera del trabajo. Un día en la ciudad y todo está en su sitio. Salir a la
calle y ver que tu amigo del alma, de la infancia, es tu cartero. Sentarte a tomar un café con él. Hablar y tratar de condensar en un café, las muchas cosas que nos llevan a cada uno. 
Entrar y saludar al cajero de tu banco, al cual hace años que no veía. Darte cuenta que en la calle de al lado han abierto un bar bonito, y que llevaba años sin pasar por ahí en horario laboral.
Ver que todo fluye, todo encaja.
Que te salude tu compañero de batallas desde su coche en un semaforo, porque va de camino a su trabajo. Y mientras me llama un gran amigo verdulero, que me avisa que me va a traer una caja de naranjas, ya que estoy en casa.
Salir de casa y volver a ver a tu amigo el cartero. Años sin vernos y coincidir dos veces en la misma mañana.
Ahora toca ir a ver al amigo que me ha saludado hace una hora desde el coche. Tomar una cerveza con él, escucharle, compartir un momento con él, para despues ir a la tienda de unos amigos, saludarles y tomar otra cerveza con ellos. Acudir a una cita en el centro dónde trabaja mi hermana. Verla y tomar algo con ella, si el trabajo se lo permite.
Esta tarde tocan unos grandes amigos a los que iremos a ver, y después toca otro amigo rodeado de músicos a los que también tengo gran aprecio y que sé que me alegrará ver. Sabiendo que entre el público, también acudirán buenos amigos.
Todo en caja, sólo faltaba que yo dedicara un momento a estar en mi barrio, en la ciudad.
 

 
 
 



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