domingo, 15 de junio de 2014

Absorvido, abducido, secuestrado

Dos meses ya sin publicar nada por este blog. Miki ya ha vuelto, los demás estamos y todos seguimos. A tan solo unos días para el sexto cumpleaños de esta página, son muchas las veces que me pregunto si debo cerrarla para siempre. Los comentarios siempre han sido un aliciente para continuar e incluso para satisfacer peticiones o para galimatías y dobles juegos semánticos. Desde el principio se convirtió, este lugar, en un reto personal para la constancia, el enriquecimiento de la cultura musical de cuantos entrábamos y un lugar de entretenimiento.
Las cosas cambian y en seis años ha pasado de todo por estas lineas. Desde luego ya no puedo prometer continuar de la misma forma y con la misma atención, pues son demasiadas las oportunidades que tengo alrededor para involucrar mi ocio y muy pocas las horas de descanso que me permite mi trabajo.
Mi cabeza no para, aunque son de otras formas como fluyen esas ideas y no por medio de este blog.
Este espacio nació con la música como telón de fondo, y lejos de haberse acabado mi pasión por descubrir, escuchar y entender, cada vez son más las propuestas musicales a las que dedico mis oídos, mi tiempo y mi empeño, pero es cierto que ya no las pongo en común sobre estas lineas.
Ahora este pequeño lugar en la red del ciberespacio se me antoja como esa casa solitaria en un pueblo deshabitado, que tan solo un par de fines de semana al año, se abre la puerta para disfrutar del sosiego, los paseos, las comidas de celebración. Un lugar donde al entrar se descubren pequeños objetos que ahora cobran el valor de lo extraordinario, al igual que un brasero oxidado, la vieja güadaña en un rincon, las viejas fotos sobre la tele de quince pulgadas (cúbicas), el fogón analógico, etc.
Un lugar sin más vida que la de los diferentes insectos que la pueblan a sus anchas sin que nadie las perturbe hasta que el calor estival trae a los nuevos forasteros a pasar unos días de exceso rural y exaltación de la decoración.
Asi pues, creo que ya no queda nadie por aqui y yo hace ya un tiempo que inicié el éxodo cibernético hacia la capital para procurarme nuevas comodidades y trabajo.
Esta casa, este terreno, no se vende. Falta una mano de pintura, quizá la decoración es antigua y a gusto del abuelo, pero para lo poco que venimos es suficiente y para un fin de semana tampoco te vas a poner a trabajar.
Bueno, buen viaje, cuidado con la carretera y ya quedaremos un finde, o para fiestas y preparamos otra.

No es una despedida, pues puedo afirmar que queda cuerda para rato. Pero es cierto que ahora toca dividir el tiempo para otras muchas cosas.

tema: Circunvalación
autor: Los Deltonos




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