lunes, 14 de enero de 2013

Adios, chicos, adios


Hoy es un día triste. Lo veía venir, pero no quise aceptarlo. Este fin de semana, he recibido una de las peores noticias de los últimos años. Se separan y dejarán de regalarnos sus buenas vibraciones. Alguno dirá que exagero, que no es para tanto y que sólo es un grupo de música.
Pero les diré que no han entendido nada. Significa mucho que otra banda se separe, y no puedo darle la misma importancia que a una hoja que se desprende de una rama.
Estos lagartos significan demasiado y no sólo vivieron en la indiferencia social, sino que además se van sin el reconocimiento mediático que siempre se han merecido.
Puede que yo sea un loco, que dé más importancia a la pérdida de una banda que a otras cosas más cercanas y personales.
Pero es que no eran tan solo una banda, eran una forma de tocar, de elaborar un sonido, de trabajar unas armonías, una voz con verdadero carisma, un sonido que hacía tambalear los tímpanos como pocos lo logran. Una manera de vivir.
Empezaron acercándose al más puro estilo del clan murciano, para acabar teniendo más personalidad todavía en el sonido de la telecaster. Por no hablar de que podría ser una de las bandas con mejor sonido en directo, algo que solo se logra con miles de horas de puesta en escena y de estudiar el funcionamiento de tu set de pedales, ampli y guitarras.
También lo intentaron, es cierto. Buscaron la protección empresarial. Pero ni son tiempos para el rock-blues, ni supieron vender su producto en envase esterilizado.
Habrá quien piense que no es para tanto, pero llevamos demasiados años perdiendo arte por el camino y eso es como pensar que Picasso hubiera dejado la pintura, Gargallo la escultura o Gaudí la arquitectura antes de tiempo, antes de madurar sus trabajos.
El arte es un trabajo, y no todos trabajan como para quedar en los libros y enciclopedias, pero aunque la inmensa mayoría de artistas han vivido sin el reconocimiento y sin el dinero necesario para hacer lo que quisiesen, lo cierto es que nunca se han puesto las cosas tan complicadas para aquellos que deciden manofacturar y crear.
El arte se ha sumado al sistema industrial, o el público sólo quiere arte industrializado, pero el resultado es la pérdida de artistas de mucha valía antes de haber llegado a su obra cumbre.
Es muy triste y ya van unas cuantas bandas que se retiran antes de tiempo.
Mi pregunta es: ¿A quien se estudiará o quien aparecerá en las enciclopedias digitales del futuro? ¿Lady Gaga, Shakira, Melendi? ¿Esos serán los que lleguen a ocupar un puesto en los libros de historia de la música? ¿Sólo ellos?
Una pena, y recordar que no estamos hablando de un grupo de música, sino de un grupo de personas que utilizan el lenguaje musical como soporte de sus ideas, inquietudes y su forma de ver la realidad, es decir, artistas.

Aquí os dejo hoy una de las canciones de un disco suyo que me pone la piel de gallina. Sube los decibelios y dime si no tiene alma este sonido.


tema: Hoy puede ser
autor: Sol Lagarto




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