Este mes apenas he tenido ganas de entrar a dejaros alguna entrada, y si a las ganas, le sumas el tiempo, pues que ya se ha pasado el mes sin decir nada.
A veces es mejor no decir nada, desde luego.
El caso es que andábame yo con mis cosas, el trabajo que últimamente me consume demasiadas energías y quebraderos de cabeza, la música y sus entresijos de grabar a pesar de los informales, cursos, despacho, tardes de humo y latas. Findes de montaña, sueños con caballos, amigos de antes, enemigos de ahora, desilusiones, ilusiones y demás, cuando observo como el móvil echa humo con conversaciones que no espero.
Gente que te pide opinión pero no quiere saber la verdad desde el principio, gente que está pero no está, gente que necesita decirte lo que debes decir, gente que no está, gente que ha desaparecido, y publicidad. Mucha publicidad.
Sin embargo, de repente dos mensajes de dos amigos diferentes.
Uno llega desde muy lejos un sábado a las 4:00 de la mañana para decir simplemente: "Que sepas que me acuerdo mucho de vosotros. Os quiero".
El otro mensaje, el de el otro amigo dice: "Tienes una entrada (conmigo) para Manolo García el 1 de diciembre. Te invito yo."
Llevo más de treinta años dedicado a la guitarra y a las personas. Y cuando parece que será inevitable tener que elegir por una de las dos cosas, me quedaré con la segunda.
Tengo mucho que recuperar de tantos años de guitarra, tengo otros que necesitan recuperar. Pero lo primero es poner algo de paz y calma en el interior. Y que mejor que Don Manolo para ello. Este tipo tan grande, tan pulcro, tan elegante, tan bien hablado, tan profesional, tan desapercibido, tan saber estar, tan denostado y poco reconocido.
Pues mira, que me hace ilusión la invitación sin pedirme permiso, y más si es para escuchar con calma algo de calma.
tema: Laberinto de sueños (En las geometrías del rayo)
autor: Manolo García
disco: Desatinos desplumados
año: 2022
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