jueves, 26 de enero de 2023

Reencuentros (fuera de fase)

 Pues, parece que estoy en las semanas de reencuentros. De quienes no fueron
felicitados en persona por cumpleaños, o por año nuevo. Quienes de repente y sin esperarlo jamás,  aparecen en mi cueva habitual. De quienes no suelen aparecer y de repente vienen, de quienes había empezado a olvidar y parecen haber creído oportuno volver.
Reencuentros, al fin y al cabo.
Creo o pienso que yo, sin embargo he seguido en linea recta, que no he parado, o no he dejado de seguir en esa dirección. Puede que ni siquiera, haya parado nunca. Y quizá deba empezar a pensar en parar o dar media vuelta. Y ahora veo como hay quienes de una forma u otra, se entrecruzan y nos volvemos a reencontrar.
No está mal, siempre sumar es mejor que restar, pero es verdad que ya no soy el mismo. Los años nos maltratan a todos y más quizá quienes nos maltratamos más y a propósito y no tratamos de rejuvenecer ni siquiera tratamos de mantenernos.
Avanzo, simplemente. Y en ese avance, algunos se cruzan para hacer una parte del camino juntos. 
El camino, a solas o acompañado, parece estar últimamente lleno de ruido. Ruido en todas partes, que parece que se mete hasta los huesos, hasta el alma.
Durante milenios, el sonido que rodeaba al hombre era el de la naturaleza, que también es cierto a veces suena estruendosa, haciéndonos temblar de miedo ante la magnitud de lo que nos rodea. Pero el ser humano, siempre ha buscado los remansos sonoros para construir sus hogares. Ahora todo me parece ruido y me llena de ruido, y no me place. Me altera y me disgusta. Sin embargo, la "imbecilidad" del hombre urbano, ahora necesita del ruido para sentirse cómodo.
En fin. Todo esto viene a cuento de que hoy os voy a dejar, en vez de una canción, ruido. Para los urbanitas, para los que necesitan ruido hasta para relajar sus vidas.
 
Por cierto, también entre los reencuentros, algunos traen sosiego, otros ruido.
 

 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario