miércoles, 26 de noviembre de 2014

Harto

Ya perdonarán, pero llevaba bastante sin entrar en el blog, mientras tanto esperaba que se acabara el siglo. Pero parece que todavía nos restan demasiados años. La idea no es mia, a mi no se me ocurren esas cosas tan elocuentes, pero lo cierto es que cuando la escuché, me sentí reconocido. Yo también puse demasiadas ilusiones en el cambio de siglo, y sin embargo aqui estamos, más llenos de mierda, o quizá con la misma de siempre, pero mil millones de bits más informados.
Y es ahora que me empiezo a preocupar y a desilusionar. La sociedad de la información llega ya a todas las partes del mundo y a cada rincón de nuestroas vidas. Y como siempre, lo positivo no es noticia ni destacable, así que estamos destinados a comer mierda hasta en el wc, como si fueramos cucarachas (cual gregorio samsa) ¡Anda!¡curiosa reflexión la que se podría suscitar tras este tema!
Bueno, pues eso. Que ultimamente la espiral de mierda y malas noticias y la negritud que invade los futuros más funestos, parecen conjurarse para no dejarle a uno en paz.
En la sociedad del ruido, hay quien busca experimentar haciendo más ruido, pero menos mal que por una vez, se le otorga el premio al artesano, al que utiliza el instrumento pero se desprende de las formas, tan solo el sonido de lo ajeno, de lo que siempre estuvo pero nadie supimos escuchar. ¡Enhorabuena!
Asi, entre la mierda, la oscuridad futura, las cucarachas y el ruido, busco mi sosiego. Y sólo lo encuentro contigo, con Nepal en la noche y entre las notas más clasicas.
Mientras tanto intentaré sacar fuerzas para estudiar Economía, o como yo la llamo, el Corán de occidente. ¡Mira tu! que no queriendo estudiar religión, he caido en otra... La Economía.